Influencers y relaciones públicas, una prometedora relación

Los procesos de digitalización llegaron para quedarse, transformando a todos los sectores de negocios para poder mantenerse vigentes. Esto es lo que le ha sucedido a las relaciones públicas que en los últimos años han tenido que evolucionar y, por ejemplo, fortalecer sus estrategias de comunicación con ayuda de los famosos y hasta controvertidos “influencers”.

La decisión de elegir trabajar con estos personajes se da, principalmente, por dos importantes factores. El primero, el impacto que tienen en las audiencias; el segundo la posibilidad de responder a los cambios que se están viviendo en la prensa tradicional, a raíz del auge tecnológico.

¿Por qué las relaciones públicas necesitan de los influencers?

Incorporar a estos creadores de contenido se ha vuelto ya una parte cotidiana del día a día de los publirrelacionistas. Y este cambio ha sido totalmente justificado pues cada vez es más evidente el impacto que estas celebridades de la red tienen en las audiencias.

Un estudio elaborado en 2023 por Statista, mostró que el 30% de los mexicanos encuestados compraron algún producto anunciado por un influencer. Esto colocó al país como el segundo de América Latina, solo debajo de Brasil (44%), en donde mayor influencia tuvieron estos personajes.

Fuente: Statista

Además, el fenómeno ha evolucionado tanto que los creadores de contenido ya no solo están concentrados en segmentos de estilo de vida, como moda, maquillaje o gaming. En la actualidad también están involucrados en un sinfín de temas como, por ejemplo, las finanzas.

Es tal el impacto que han logrado estas estrellas digitales, que la empresa Aspire afirmó que el 69% de los mercadólogos tienen pensado incrementar su inversión en influencer marketing durante este año.

De periodistas a influencers

Aunado a la relevancia que están tomando, hay otro factor que está haciendo que las relaciones públicas volteen a verlos: los propios cambios que están viviendo los medios de comunicación.

Y es que con la era digital en su máximo esplendor, la prensa ha tenido que modificar su forma de operar. 

De esta manera, si bien los portales web y hasta las ediciones impresas siguen vigentes, cada vez vemos más presencia informativa en otros canales como redes sociales, apoyándose de todo tipo de formatos.

Sin embargo, lo más notable es lo que ha sucedido con los propios periodistas. En medio de este proceso, muchos también comenzaron a construir su propia marca personal en plataformas como X, TikTok, LinkedIn, Instagram, YouTube o Spotify, posicionándose como influencers en sus rubros.

Ejemplos hay muchos, pero uno de los más destacados es el de la periodista, Cleo Abram. Al salir de Vox, decidió independizarse y crear lo que muchos llaman “el nuevo periodismo”, es decir, un popular show en YouTube y TikTok en el que ha tenido oportunidad de entrevistar a figuras como Mark Zuckerberg o Max Verstappen.

En México, hay también casos similares. Charly Pi, Carlos Mota o Mauricio Cabrera (Maca) son solo algunos de los muchos ejemplos que existen dentro de este rubro.

Las implicaciones de esta transformación

Con la incursión de los influencers a las estrategias de relaciones públicas, se han tenido que modificar diversos aspectos. Uno de ellos son las métricas, a las cuales ya se incorporaron rubros como el engagement, volumen de menciones, entre otros.

Por otra parte, los especialistas en PR también han tenido que adaptarse y ampliar sus áreas de conocimiento. Ahora, es necesario conocer plataformas, tendencias y herramientas digitales que permitan ofrecer a sus clientes el expertise que demanda la nueva configuración del mercado.

A ello se le suma la necesidad de adaptar formatos, pues ante el crecimiento del audio y video, es necesario poder ofrecer información atractiva y fácil de utilizar para los influencers o periodistas/creadores de contenido.

Es un hecho que la llegada de “la era de los influencers” al mundo de las relaciones públicas no significará el fin de los medios tradicionales. Sin embargo, sí representa una nueva oportunidad para entender cómo las audiencias están consumiendo la información en la actualidad.

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